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Hoy traemos una de las rutas más espectaculares que el equipo de Eje Pedalier ha realizado. 

La ascensión la iniciamos en la localidad francesa de Luz-Saint-Sauveur. Nos ahorraremos el primer kilómetro de la subida por la situación del alojamiento, pero como recompensa, cruzamos el puente de Napoleón III, construido en 1863 (puente de 65 metros de altura, donde poder observar a atrevidos y atrevidas haciendo puenting). 

Esta primera parte de la excursión transcurre por la carretera D-921, carretera en prefecto estado pero con un tráfico considerable. La carretera discurre paralela al río Gavarnie, por el desfiladero que durante siglos ha ido creando este río. Cruzamos los pueblos de Sia (donde encontramos una fuente) y Pragnères, en un tramo de ascensión que sin ser duro del todo (pendientes del 1,8% al 4,5%) nos va dejando metros de desnivel positivo acumulado en las piernas. Cabe decir que la ascensión total es de 27,2 kilómetros. 

Seguimos subiendo poco a poco hasta llegar al núcleo de Gèdre. Seguimos la carretera hasta pasar dos curvas de herradura, después de las cuales nos encontramos un cruce, que tomamos a la izquierda siguiendo las indicaciones hacia "Cirque de Troumouse/Héas". 

En esta carretera desaparece la señalización horizontal y disminuye el tráfico. También se endurece la pendiente media, con un primer kilómetro exigente, ya que nos vamos acercando a la parte más dura de la jornada. 

Todos estos kilómetros los hacemos rodeados de frondosos bosques, pero una vez pasado Gèdre, estos bosques van haciéndose menos densos y nos dejan ver los coloso que nos rodean, altas cumbres que observan nuestro lento pedalear hasta otra hazaña más. Hasta llegar a Héas, donde desaparecen los árboles, para deleitarnos con grandes praderas y altas paredes que nos hacen retorcer el cuello para ver su final. 

Este tramo está vigilado por una imagen de la Virgen, recuerdo de la avalancha que sepultó muchas de las casa de esta pequeña localidad pirenaica en 1915. También podemos considerar esta escultura la antesala de los tramos más duros del recorrido, ya que para poder rellenar nuestros bidones con las ricas aguas del pequeño pueblo, debemos superar duras rampas de 11, 13 y 14%. Una vez hidratados seguimos la subida pasando por un peaje, barrera que limita mucho más el poco tráfico que desde Gèdre nos acompaña. 

A pocos metros de esta construcción nos adentramos en la primera de las 27 curvas de herradura que nos llevaran hasta los 2103 metros. Gracias a estas cerradas curvas iremos ganando altitud e iremos recorriendo un paisaje de verdes praderas todas ellas rodeadas de inmensas paredes de roca desnuda, salpicada de pequeños glaciares, en altitudes cercanas a los 3100 metros. 

A mitad de trayecto entre el peaje y la cima, encontramos un pequeño descanso, el albergue de Le Maillet, que con su bar y su terraza con esas inmejorables e increíbles vistas, nos invita a bajarnos de la bici para evitar afrontar las últimas curvas de herradura y, a la postre, la parte más dura de la escalada: primer kilómetro al 7,2%, segundo al 8,9 y para acabar al 9,4%. Pero, ¿qué son estos números, más que datos para agrandar nuestro ego y darnos alas para llegar a la cumbre y disfrutar de nuestra gesta? 

Una vez llegados al parking de la cima disfrutamos de aire fresco a una altitud, como ya hemos dicho antes, de 2103 metros disfrutando del pico de La Munia (3133m) y de Troumouse, que da nombre al circo creado por un glaciar albergado antaño y que ha erosionado hasta generar un paisaje semicircular de 4 kilómetros de media en su diámetro. Un paraje teatral y que alberga un clima que no permite la proliferación de mucha vegetación.

*Si quieres descargarte la ruta desde Wikiloc, pincha en el título de la misma y si prefieres Strava, síguenos en nuestro perfil:

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